sábado, noviembre 23Innovación Educativa para la Transformación Social
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“La universidad ha fracasado en la lucha contra la violencia”

Hacia una cultura de Paz desde el ámbito educativo.

 

Esta afirmación, pronunciada por Gloria Ramírez Presidenta de la Asociación Internacional de Educadores por la Paz, bien pudiera extenderse a todos los niveles educativos. En efecto, recién en Colombia, con motivo de la construcción del Plan Nacional Decenal de Educación -PNDE- 2016-2026, la Comisión Académica, conformada por solventes representantes del Campo de la educación y de la Ciencia, concluía que el Sistema Educativo había “fracasado en la formación de ciudadanos”: es decir, en personas críticas, racionales y conscientes de sus derechos y deberes para convivir de una manera pacífica y que sepa tramitar sus conflictos de manera civilizada. Por esa razón, el PNDE plantea como uno de los desafíos de la educación para la próxima década.

 

Construir una sociedad en paz sobre una base de equidad, inclusión, respeto a la ética y equidad de género”.

 

La mencionada aseveración de Gloria Ramírez tuvo lugar el 7 de octubre de 2017 en el Foro “Incidencia de las Políticas Educativas en el Marco del Post acuerdo de Paz”, agenciado por el Foro de Ciencia y Educación para el Desarrollo y la Paz con el concurso de otras organizaciones donde, además, presentaron ponencias centrales Alicia Cabezudo del Consejo Directivo de International Peace Boureau y Patricia Pérez, del Instituto Latinoamericano para la Paz y la Ciudadanía.

 

Pero ¿cómo se podría construir Paz desde la Educación?

 

Afirma Gloria Ramírez, que, pese a las dificultades, existen estrategias, instrumentos y experiencias exitosas para formar y fomentar una Cultura de Paz desde la Educación; por ejemplo: trabajar por la incidencia de la Universidad en la política pública, a través de propuestas de legislación y seguimiento. En Colombia esta iniciativa se puede materializar a través de la participación de las instituciones educativas en el desarrollo del PNDE; en la gestión y trámite legislativo de iniciativas como la expedición de una Ley Estatutaria que garantice el Derecho a la Educación.

 

La educación superior tiene una gran responsabilidad, dado el contexto actual planetario en el que el miedo se ha convertido en herramienta ideológica; por tanto, como segunda estrategia, “la educación debe rescatar las luchas y reivindicaciones de los jóvenes en la búsqueda de un mundo más amable con las personas y con la naturaleza” afirma Ramírez.

 

Otra recomendación es velar por un vínculo imprescindible entre Educación para la Cultura de Paz y la Educación para los Derechos Humanos; y trabajar de manera lúcida sobre diversas tensiones que se producen en los límites : entre lo individual y lo colectivo; entre la teoría y la práctica; entre las organizaciones académicas y las organizaciones no gubernamentales y otras organizaciones; entre lo posible y lo deseable, entre otras.

 

También es importante tener en cuenta el enfoque empleado: se debe privilegiar el enfoque de la Paz positiva, desde el cual la construcción de la paz se concibe como un sistema de derechos humanos, un sistema económico solidario y sostenible, y el acceso a la educación y a la salud para todos. Cabe señalar que, por el contrario,  la Paz desde la perspectiva negativa se entiende sólo como cese al fuego, tal como lo afirmó en el mencionado Foro Alicia Cabezudo .

 

“Todas estas estrategias permiten pensar, epistemológica y metodológicamente, una pedagogía para la paz, así como una política pública con el concepto de sociedad educadora para la paz” señala la experta argentina.

 

Ahora, para formar para este tipo de cultura de paz, implica que la dimensión curricular incluya educación para la paz, investigación en enfoque de género e investigación sobre la problemática de las víctimas, y tener en cuenta que estas estrategias deben concebirse con el concurso de las organizaciones sociales.

 

Esto significa que el reto de formar para una Cultura de Paz no se resuelve mediante una asignatura o cátedra, sino a través de un proceso transversal que impregna toda la misión de la institución educativa. No quiere decir que si existe una cátedra no se pueda aprovechar el espacio; lo que hay que tener en cuenta es que no es suficiente.

 

Caja de herramientas prácticas para cimentar una cultura de Paz desde la Educación:

 

Algunos instrumentos disponibles en la actualidad son:

 

Resolución 53243 de 1999 ONU. En primer lugar se cuenta con este marco general que es una “Declaración y programa de acción sobre una cultura de paz”. Convoca a individuos, grupos, asociaciones, comunidades educativas, empresas e instituciones. De otra parte, este marco propende por el compromiso con el respeto por la vida en rechazo a la violencia; la generosidad, el entendimiento, la preservación ambiental y la solidaridad. Patricia Pérez, mencionada al principio de este artículo dice que la Resolución persigue la incidencia política tanto la base como en la superestructura; es decir, permear desde individuos y comunidades hasta las instituciones en las que se vertebra el Estado.

 

Red International Peace Boureau. Conformada por 450 organizaciones que cuenta entre sus objetivos la educación para la paz junto con la educación para los derechos humanos, la educación para el desarrollo y la educación de género.

 

En esta Red se concibe que la pedagogía de paz debe ser tratada como un tema interdisciplinario y que tiene, además, una función política. La red aporta nuevos enfoques y perspectivas y contribuye a aumentar este marco interdisciplinario. Es una Red democrática con tratamiento igualitario para todos sus miembros.

 

Red Américas por la Paz. Constituida para nuclear organizaciones de la sociedad civil en la construcción de la cultura de paz.

 

Instituto latinoamericano para la Paz y la Ciudadanía. Es un instrumento para la investigación, capacitación, difusión y promoción de acciones que impulsan la Cultura de Paz en las Américas y el mundo, como opción frente a la violencia intrafamiliar, de Género, la Discriminación laboral, el acoso escolar y toda forma de violencia que impacte cotidianamente en la sociedad.

 

Proyecto Educación para la Convivencia y la Cultura de la Paz en América Latinay el Caribe. Corresponde a la segunda y tercera fase de un plan de trabajo regional iniciado por OREALC/UNESCO.

 

Plan Nacional de Educación en Derechos Humanos y Cultura de Paz (PLANEDH), es el resultado del proceso institucional adelantado en Colombia en los últimos años de manera conjunta entre el Ministerio de Educación Nacional, la Defensoría del Pueblo y el Programa Presidencial de Derechos Humanos de la Vicepresidencia de la República. El propósito principal del PLANEDH es constituirse en una política pública de Educación en Derechos Humanos, centrada en la formación de sujetos activos de derechos, la consolidación del Estado Social de Derecho y la construcción de una cultura de Derechos Humanos en el país.

 

Con seguridad estos instrumentos no agotan todas las posibilidades para facilitar el tejido de una cultura de paz que sirva de vehículo para cohesionar a la Sociedad Colombiana, pero sí constituye un estado del arte; un punto de partida al cual sumar muchas iniciativas que permitan el logro de este inaplazable propósito.

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