Pedagogía para la Paz, una misión de la Educación y la Sociedad

PEDAGOGÍA DE PAZ es una Categoría de este Blog de Cuadernos de Educación Superior, que tiene por misión  trabajar por contribuir a edificar y consolidar una cultura de paz en Colombia.

Este propósito incluye, pero excede, la divulgación y apoyo a la implementación de los Acuerdos de Paz entre el Gobierno Nacional y los Grupos Insurgentes.

Si se tiene en cuenta que la mayoría de los fenómenos de violencia ocurren por fuera del conflicto armado, debemos convenir que la cultura de paz es un asunto que permea todos los poros del tejido social. La paz se construye en el hogar, cuando el respeto y el afecto reemplazan a la intimidación y la agresión como discurso. En la vía pública cuando la cordialidad, la amabilidad y el civismo reemplazan al insulto y a la violencia en la relación tanto en transeúntes como en conductores; en la plaza pública en los campos y en cualquier escenario en que se despliega nuestra vida nacional. Esto, por supuesto, incluye a la educación como campo de reconciliación y de irradiación de cultura de paz.

En el Campo Educativo, al igual que en los demás ámbitos de la sociedad colombiana, se reproducen los discursos y las prácticas que engendran la violencia en el país. Cuando el discurso autoritario y el ejercicio del poder se ejerce en el aula, en el taller o en el escenario de práctica; cuando se desconocen los derechos de los trabajadores académicos y no académicos; cuando la institucionalidad no fomenta sino que persigue; cuando una institución o un gremio de instituciones o gremio profesional excluye y desprecia a otro, se reencarnan las narrativas de la violencia.

Pero también si se trabaja con decisión en el sentido contrario; si el público reconoce al privado y viceversa; si el universitario reconoce al técnico; si la institución de élite no sólo reconoce sino que apadrina a la institución con más necesidades jalonando la calidad de todo el sistema, entonces el campo educativo se convertirá en un gran “Laboratorio de Paz”.

Esta actitud puede ser fundamental en este momento en el cual se discute y construye un nuevo Plan Nacional Decenal de Educación que tiene por tarea principal consolidar un sistema equitativo y de calidad como cimiento de la paz estable y duradera de Colombia, y que no puede ser una realidad si desde el principio los mismos actores del Sector Educativo no suscriben un “armisticio” y trabajan juntos para construir esa educación pertinente superando los intereses y egoísmos individuales.

Como un comentario inicial, quisiéramos reseñar la Revista RUTAS DE FORMACIÓN de la Escuela Nacional de Instructores del SENA, titulada, en su Segunda Edición, Paz y Pedagogía. Es este Número se plantea la necesidad de una educación para el trabajo de calidad no sólo como soporte al cumplimiento de los acuerdos de Paz, sino para fortalecer los valores de la democracia, la tolerancia, el respeto y la convivencia.

Resulta por demás interesante un cuadro comparativo entre principios prescritos en la Ley General de Educación y su correspondencia con algunos elementos de los acuerdos de la Habana que precisamente se basaron en los preceptos de la mencionada Norma, como son el enfoque de derechos, la inclusión, la participación, el acceso al conocimiento, la ciencia, la técnica y demás bienes de la cultura, entre otros.

Con este acápite introductorio y orientador, suscrito por Carlos Roberto Sáenz, Asesor de la Dirección General del Sena y del Artículo Reflexiones en torno a la paz que vive Colombia y su implicación en la educación, del conocido y destacado investigador y educador Abraham Magendzo, se enmarca la reflexión contextualizada y pertinente que luego hacen los propios instructores del SENA de su papel en la construcción de la Paz de Colombia a través de su trabajo comprometido. La Revista puede ser consultada en su versión digital en el siguiiente ENLACE:

Esperamos que la Comunidad Académica haga suyo este espacio PEDAGOGÍA DE PAZ de CUADERNOS, como instrumento facilitador de nuestra responsabilidad con la construcción de la Cultura de Paz en la que descanse el edificio de la paz perpetua (por usar la expresión de Kant) para nuestra Patria. 

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